Muchos fumadores que se resisten a abandonar el feo hábito de encender un cigarrillo tras otro señalan como uno de los inconvenientes de dejar el tabaco el que este hecho les haría engordar.
Pero esto no es cierto. La nicotina es una sustancia nociva y adictiva para el organismo. Algunos le adjudican el efecto de quitar el hambre. Sin embargo, cuando comparamos esto a la cantidad de efectos perjudiciales del tabaco, nos damos cuenta que fumar es lo peor que se nos puede ocurrir para quitar el hambre.

Por eso, si quieres dejar de fumar abandona esta excusa y sigue comiendo lo que te apetezca. Y no te olvides de que la fuerza de voluntad no basta, lo primero que has de hacer es llamar a un médico. Ya verás como no engordas ni un gramo.

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